sábado, 11 de marzo de 2017

BUSCO



Busco mi rostro en el frescor de las acequias. El agua parte sin prisa, con música suave. Me invita a su viaje. Me convida a su descanso. Es su llamada a ejecutar la sentencia dictada. 


 Quique me quedé sola buscando el amor. Mis labios te buscaban para saciarse. Mi cuerpo estaba sediento del tuyo. Mi vientre fruto seco. Era la mujer que espera.


 Me acuesto en el lecho del agua y me dejo llevar, mi ropa se esparce en una danza quieta. El cielo, de despedida, me regala todo su azul. 


Dos pequeñas aves bailan su deseo, fracturando el silencio. Rompen el rito. 


 ¡Desigual herencia! ¡Poca igualdad!  Mis ojos me alejan de la muerte. Quique ciego de nacimiento. 


  Relego mi promesa. Quizá busque otro solitario manantial, otro tiempo más favorable.

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